Violencia e inseguridad en Cartagena

El 5 de septiembre del año en curso publicamos un comunicado en el que manifestamos que “la coyuntura de violencia, inseguridad y bajo ejercicio de la autoridad en Cartagena de Indias ha superado la capacidad de las entidades llamadas a garantizarla”, e hicimos “un llamado a la unión de actores y sectores, y solicitábamos concurrencia de las autoridades nacionales y locales para dar soluciones efectivas a la actual problemática”.

Es lamentable que la situación de violencia e inseguridad, en lugar de mejorar, se encuentra en franco deterioro. En 2021 se registraron 245 homicidios en Cartagena, y a dos meses de terminar el 2022, ya se contabilizan más de 300 de los cuales 190 corresponden a la modalidad de sicariato.

Nos preocupa que a un mes del consejo de seguridad que encabezó el ministro de la Defensa el pasado 5 de octubre, las autoridades aún no han presentado un plan de choque claro, producto de este espacio de articulación. Y dado que el alcance de las causas del deterioro de la seguridad en Cartagena tiene implicaciones a nivel país por la presencia de bandas de crimen organizado, demandamos un papel más protagónico del gobierno nacional.

La ciudad exige acciones contundentes tendientes a ponerle freno a la ola de sicariatos y a la inseguridad en general, sin embargo, por las implicaciones de orden público que las recientes medidas anunciadas por la Alcaldía puedan tener, es fundamental que las autoridades construyan coordinadamente y comuniquen a los distintos grupos de interés, principalmente a los sectores comunitarios y económicos, los planes y medidas de contingencia que se requieren para garantizar el desarrollo de sus actividades de forma segura.

Como ciudadanos, y bajo el rol que ocupamos en los gremios reiteramos nuestra disposición para acompañar y respaldar a las autoridades. Resaltamos y nos sumamos a la petición que hace la Bancada de Bolívar para que se realice un Consejo de Ministros ampliado en Cartagena de Indias que aborde no solo las consecuencias de la inseguridad, si no también asuntos de fondo como la superación de la pobreza, la lucha contra el hambre y la materialización de los drenajes pluviales.

El propósito superior es la defensa de la vida y hacer de Cartagena una ciudad segura.

Fin del comunicado.